El amargo, un sabor elemental y muy característico del aceite de oliva extra virgen

Los compuestos fenólicos, antioxidantes naturales

El amargo se define como un sabor elemental y muy característico de un aceite de oliva extra virgen. Recordemos que el aceite de oliva extra virgen es un zumo de aceitunas. Los compuestos fenólicos (más concretamente la oleuropeína) son los responsables del amargor y, atención, porque estos fenólicos son antioxidantes. A mucha gente no le gusta el sabor amargo de un aceite, e incluso si está muy potenciado suelen rechazar el aceite creyendo que está defectuoso. Nada más lejos de la realidad. El amargo es un atributo positivo porque esos compuestos que lo generan alargan la vida del aceite, lo protegen de su oxidación y evitan que pierda sus bondades nutricionales. Pero además, lo más importante, aporta los antioxidantes tan buenos para nuestra salud.